Para determinar cuál es el ánodo y cátodo del diodo láser (Láser Diode, o LD) y del fotodiodo (Photo Diode, o PD) y conocer por tanto la configuración interna, existen al menos tres métodos, a saber:
1. Reconocimiento visual de los dispositivos y de las conexiones internas
Con un microscopio o binocular de laboratorio es posible examinar el interior del diodo láser y reconocer su distribución y conexiones en forma visual, observando a través de la ventana por donde sale el rayo. Sin embargo, este método obligaría a retirar del pick up al diodo láser. En ningún caso se recomienda extraer el diodo láser del bloque óptico, pues éste viene ensamblado de fábrica con una ubicación calibrada y precisa que se debe respetar para mantener la funcionalidad de todo el conjunto.
2. Determinación de los terminales ánodo y cátodo con multímetro digital
El procedimiento es igual que para los diodos comunes, colocando una de las puntas en el terminal común y tocando con la otra los restantes terminales, para luego repetir la operación invirtiendo las puntas. Se recomienda no utilizar un multímetro analógico porque su relativamente elevada corriente para estos dispositivos podría dañar al diodo láser. Tenga en cuenta que los diodos láser son muy sensibles a las cargas estáticas, a la sobrecorriente y a la polarización inversa, por lo que se recomienda tomar extremas precauciones de seguridad al manipularlos. Una vez determinado el ánodo y cátodo, sólo resta conocer cuál es el diodo láser LD y cuál es el fotodiodo PD. Esto es bastante sencillo, ya que habrá notado que el voltaje en polarización directa de un fotodiodo está en el orden de los 0.4 a 0.7 Voltios y en los diodos láser está en el orden de los 1.3 a 2.5 Voltios. En la Figura 2 se aprecian lecturas reales arrojadas por un multímetro digital.
FOTODETECTORES
El fotodetector radica en su funcionamiento como transductor de luz que proporciona una señal eléctrica como respuesta a la radiación óptica que incide sobre la superficie sensora.
Los detectores fotónicos no utilizan la energía del fotón en forma de calor, sino que la invierten en incrementar la energía de sus portadores de carga, con lo que se modifican las propiedades de conducción eléctrica de los sistemas detectores en función del flujo de fotones recibido. Este proceso de conversión implica la transformación de los fotones incidentes en electrones, pero esta respuesta simple no tendría ninguna relevancia si esos electrones no se ponen en movimiento para generar una corriente, que es la magnitud que realmente podemos medir, para ello en ocasiones hay que aplicar un campo eléctrico, dando lugar a un esquema como el de la figura 4.1. Dado su origen, la corriente así generada recibe el nombre de fotocorriente. Es a esta clase de detectores a la que nos vamos a dedicar en este tema.
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